Vespa Dakar

En 1986, para promocionar la venta de la nueva T5, Piaggio tantea la carta de la participación en el Paris-Dakar. No se trataba de una ventura totalmente nueva, porque en los primeros años ’80 ya lo habían hecho con las P 200, con resultados realmente buenos: dos Vespas llegaron a la meta (haciendo medio desierto empujando…, eso sí... )

Pronto empezaron a preparar tres T5 y algún motor. Por lo pronto, el motor original de la T5 se antojaba inadecuado para una empresa sí, y es reemplazado por un motor de PX 200 preparado.



La modificación más importante del motor fue la adopción de una particular “marmita” de expansión (tubo de escape...), situada en la parte izquierda (cófano izquierdo), y ella sola aumentaba en un caballo la potencia. La rueda de recambio a su vez, se montaba tras el escudo, sobre los refuerzos del chasis.

Por esto, adoptó un particular filtro de aire externo, que se debía sustituir cada 80/90 Km., y una rejilla especial de protección del volante de inercia que evitaba la aspiración de la arena.



El tablier, también se había modificado, dotándolo de uno mejorado, (soldando un segundo mayor sobre el original). Las suspensiones y las gomas eran “Made in Suiza” y realizadas expresamente para este modelo.

Después, por una serie de motivos, sea burocráticos o económicos, la participación en el París-Dakar, no se llevó a cabo, y las tres T5 fueron inútiles y acabaron "desechadas".

El modelo representado en las fotos, presente en el Museo Piaggio, es una réplica reciente.